sábado, 21 de noviembre de 2015

JEREMÍAS. CAPÍTULO 47.

Oráculo contra los filisteos (Am 1,6-8; Sof 2,4-7; Ez 25,15-17; Is 14,28-30)

471Palabras del Señor al profeta Jeremías contra los filisteos. (Antes que el faraón derrotara a Gaza):
2Así dice el Señor:
Mira las aguas creciendo en el norte,
ya son un torrente, una avenida que inunda
el país y sus habitantes, la ciudad y sus vecinos.
Gritan los hombres,
gimen los habitantes del país,
3al oír el estrépito
de los cascos de los corceles,
el retumbo de los carros,
el fragor de las ruedas;
los padres, ya sin fuerza,
no miran por sus hijos.
4Porque le llega el día asolador a toda Filistea,
en Tiro y Sidón se acabará
hasta el último defensor.
El Señor destruye a los filisteos,
al resto de la isla de Creta.
5Le crece la calva a Gaza,
Ascalón enmudece.
¡Ay resto de los enaquitas!
¿Hasta cuándo os haréis incisiones?
6¡Ay espada del Señor!
¿Cuándo vas a descansar?
Recógete en la vaina, cálmate, cesa.
7¿Y cómo va a descansar,
si el Señor la ha mandado?
La ha despachado contra Ascalón
y contra el litoral.

Explicación.

47,1-7 Subiendo desde Egipto por el litoral, encontramos las ciudades filisteas y fenicias, a quienes llega el turno de beber la copa drogada: Gaza y Ascalón, Tiro y Sidón y también Creta; creo que Asdod, Ecrón y Gat están escondidas en sendas paronomasias alusivas. Alguien añadió en el título una nota histórica de muy dudosa aplicación. El enemigo aparece primero en la imagen conocida de un río desbordado que inunda territorios: el poeta observa su avance rápido y el desembocar en la franja marítima. Después se transforma en la espada del Señor, ejecutor de su sentencia. El v.3 se fija en el factor sonoro de un ejército dotado de carros y caballos.

47,2-5 Paronomasias.

47,4 Contrasta en espacio de un solo verso dedicado a Tiro y Sidón con la amplitud y belleza de los oráculos de Ezequiel. Es tradicional considerar a los filisteos como venidos de Creta (Dt 2,23; Am 9,7; Ez 25,16).

47,5 Se trata de ritos fúnebres. Según Jos 11,22, los enaquitas se refugiaron en la zona costera; según 1 Sm 17,4 y 2 Sm 21,16, residían en Gat.

47,6-7 Es notable el apóstrofe a la espada: cfr. Ez 21,13-22.

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