viernes, 20 de noviembre de 2015

JEREMÍAS. CAPÍTULO 45.

Para Baruc

451Palabra que dijo Jeremías, profeta, a Baruc, hijo de Nerías, cuando escribió estas palabras en el rollo, al dictado de Jeremías, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá:
2-Esto dice el Señor, Dios de Israel, para ti, Baruc: 3Tú dices:
¡Ay de mí!, que el Señor
añade penas a mi dolor;
me canso de gemir
y no encuentro reposo.
4Dile esto: Así dice el Señor:
Mira: lo que yo he construido, yo lo destruyo;
lo que yo he plantado, yo lo arranco;
5¿y tú pides milagros para ti?
No los pidas.
Porque yo he de enviar desgracias
a todo ser vivo -oráculo del Señor-
y tú salvarás tu vida como un despojo
adondequiera que vayas.

Explicación.

45,1-5 Este oráculo personal, por la fecha (año 605), se podría leer detrás del cap. 36. El compilador lo colocó aquí para que hiciera compañía a su maestro. La lamentación es escueta; no se puede comparar con las confesiones de Jeremías. La respuesta recoge temas de la vocación del profeta (1,10); su destino es como el de Ebedmélec (39,18). No sabemos de peregrinaciones geográficas de Baruc; sí de sus peregrinaciones literarias, pues su nombre fue usado por autores apocalípticos posteriores y por un libro bíblico tardío.

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