sábado, 22 de agosto de 2015

ISAÍAS. CAPÍTULO 7.

LIBRO DE EMANUEL

Primer aviso a Acaz (Is 8,9-10; 14,24-27)

71Reinaba en Judá Acaz, hijo de Yotán, hijo de Ozías. Razín, rey de Damasco, y Pécaj, hijo de Romelías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla; pero no lograron conquistarla.
2Llegó la noticia al heredero de David:
-Los sirios acampan en Efraín.
Y se agitó su corazón y el del pueblo como se agitan los árboles del bosque con el viento.
3Entonces el Señor dijo a Isaías:
-Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear Yasub, hacia el extremo del canal de la Alberca de Arriba, junto a la calzada del campo del Batanero, 4y le dirás:
"¡Vigilancia y calma!
No temas, no te acobardes,
ante esos dos cabos de tizones humeantes.
5Aunque Siria trame tu ruina diciendo:
6Subamos contra Judá, sitiémosla,
abramos brecha en ella
y nombraremos en ella rey al hijo de Tabeel".
7Así dice el Señor:
No se cumplirá ni sucederá:
8a  Damasco es capital de Siria,
y Razín, capitán de Damasco;
9a  Samaría es capital de Efraín,
y el hijo de Romelías,
capitán de Samaría.
8b  (Dentro de sesenta y cinco años,
Efraín, destruido, dejará de ser pueblo).
9b  Si no creéis, no subsisteréis.

Segundo aviso: el signo de Emanuel (Jue 13; 16; Mt 1,13)

10El Señor volvió a hablar a Acaz:
11-Pide una señal al Señor, tu Dios; en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.
12Respondió Acaz:
-No la pido, no quiero tentar al Señor.
13Entonces dijo Dios:
-Escucha, heredero de David:
¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? 14Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la joven está encinta y dará a luz un hijo, 
y le pondrá por nombre Emanuel.
15Comerá requesón con miel, hasta que aprenda
a rechazar el mal y a escoger el bien.
16Porque antes que aprenda el niño
 a rechazar el mal y a escoger el bien,
quedará abandonada la tierra
de los dos reyes que te hacen temer.
17El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo, sobre tu dinastía días como no se conocieron desde que Efraín se separó de Judá.

Invasión asiria (Is 5,26-30).

18 Aquel día les silbará el Señor
a los tábanos del confín del delta de Egipto
y a las abejas del país de Asiria,
19y vendrán y se posarán en masa
en las honduras de las quebradas,
en las hendiduras de las rocas,
en todo matorral, en todo abrevadero.
20Aquel día le afeitará el Señor
con navaja alquilada al otro lado del Éufrates
la cabeza y el pelo de sus partes,
y le rapará la barba.
21Aquel día cada uno mantendrá
una novilla y dos ovejas,
22y como abundará la leche, comerán requesón;
sí, comerán requesón y miel
los que queden en el país.
23Aquel día, un terreno
de mil cepas de a mil monedas
producirá zarzas y cardos.
24Entrarán por él con arcos y flechas,
porque todo el país será zarzas y cardos;
25en las laderas escardadas a escarda
no entrarás por miedo a las zarzas y cardos;
serán pasto de vacas, hollado para ovejas.

Explicación.

LIBRO DE EMANUEL

Los capítulos 7-2 son una composición regida por varios principios. Ante todo, hay que desgajar 9,7-10,4, que continúan el capítulo 5, y 10,5-27, que pertenecen a la etapa de Senaquerib.

Los materiales pertenecen a la guerra de Damasco e Israel. Los principios de organización son:

a) Los signos;

b) La alternancia invasión - liberación;

c) Los nombres propios.

a) Signo central y nombre emblemático es el niño llamado Emanuel = Dios con nosotros. Se enuncia en 7,14-15 y comprende cuatro motivos que se repiten en el complejo en orden inverso: nacimiento (9,5); nombre (8,10); dieta (7,22); uso de razón (7,16).

b) Alternancia. Invasión (7,1-2); signo (10-15); liberación (16); invasión / liberación (7,17-20.21-22). Desolación / liberación (7,23-25; 8,1-4). Invasión / liberación (8,5-8.9 = 10). Opresión / liberación (8,21-23; 9,1-6). La alternancia se prolonga en: invasión y opresión / liberación  (10,28-32.33; 11,1-9).

c) Nombres. Además de Emanuel, los dos hijos del profeta: "Pronto-al-saqueo" (8,1-4) y "Un-resto-volverá" (con sus dos componentes, tema conductor). El nombre del profeta gobierna el capítulo 12.

El tema central de estos capítulos es: la dinastía davídica está amenazada; de parte de Dios, está garantizada por la promesa (2 Sm 7); de parte del monarca y el pueblo, el principio de subsistencia es la fe (7,9). 

7,1-9 Ejemplo de oráculo inserto en su contexto histórico: véase la introducción. Las dos imágenes sintetizan el proceso: un viento impetuoso que agita los árboles se desvanece en humo de tizones que se consumen. La fe o confianza en el Señor debe vencer el miedo natural (30,15; Sal 27).

7,2 2Sm 7; Sal 27,3.

7,3 El hijo sería un niño pequeño: sirve de testigo mudo y apunta como símbolo profético.

7,6 Intento de implantar una nueva dinastía en Judá: "hijo de Tabeel", no de Ajaz, no davídico.

7,7-9a La respuesta es categórica, jugando con dos significados de "cabeza" (cfr. Sal 18,44). El Señor controla la historia, con sus territorios y protagonistas. 8b es adición posterior.

7,9b La frase es una síntesis teológica capital montada sobre un juego de conjugaciones: ´mn  lo  ´ta  ´minu  ki  lo  ´te  ´amenu. La palabra de Dios es el punto de apoyo de la salvación, la fe es el centro de gravedad. La fe funda y conserva la existencia del pueblo. La palabra de Dios se cumplirá, frente a los planes humanos, que no se cumplirán (cfr. Sal 33). Para el NT cfr. Ap 3,14.

7,10-15 El hombre no puede exigir signos, puede pedirlos; si Dios los ofrece, el hombre debe aceptarlos. El rey se resiste por falsa humildad, que encubre una fe vacilante. Signos del cielo pueden ser estelares o meteoros; del abismo, deben de estar relacionados con los muertos. (cfr Mt 12,39-41).

7,14-15 "La joven" es, en el contexto histórico, la esposa del rey. El niño es Ezequías, que asegura la continuidad de la dinastía. La dieta condensa los bienes de la tierra prometida. La tradición judía ha interpretado "virgen"; así aparece en la versión griega (parthenos) y así pasa a la tradición cristiana, que aplica la frase a María (Mt 1,13). La cadena dinástica cuelga en lo biológico de David, en lo salvífico, del futuro Meías.

7,16 Con el uso de razón, el niño se decide responsablemente por el bien contra el mal. Ese momento coincide con la liberación, por derrota de los reinos agresores.

7,17 Verso dudoso: ¿anuncia días buenos o días malos? Una glosa, "el rey de Asiria", lo interpreta como anuncio de desgracia, referida a la invasión de Senaquerib.

7,18-25 Cuatro oráculos ligados por la anáfora "aquel día", que apunta a un futuro indeterminado. Los dos primeros son de amenaza, el tercero de restauración; el cuarto prepara por contraste lo que sigue.

7,18-19 Variación poética sobre el tema de la invasión. Describe plásticamente, con onomatopeyas, la omnipresencia fastidiosa de los invasores. Al acoplar Asur con Egipto, oriente y occidente, parece prenunciar las escatologías, el asalto de los paganos.

7,20 Nueva imagen, que describe la ignominia de la derrota: rapada la cabeza, la barba y la verija (regel es eufemismo corriente). Además, cabeza y pie designan: en términos militares, capitanes y tropa; en términos políticos, gobernantes y súbditos.

7,21-22 Dieta tradicional de bienestar modesto, sin miseria ni riqueza (cfr. 2 Sm 12, 2-3; Prov 30,7-9).

7,23-25 Oráculo de amenaza. La tierra de cultivo, al faltar la población, se convierte en terreno de zarzas (5,6; cfr. Prov 24,30-31). Uno se aventura por él armado. Incluso montes y laderas, aptos para algunos cultivos (cfr. Is 5,2), quedan a merced del ganado.

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