sábado, 22 de agosto de 2015

ISAÍAS. CAPÍTULO 5.

Canto a la viña (Os 10,1-8; Sal 80)


51Voy a cantar en nombre de mi amigo

un canto de amor a su viña:
Mi amigo tenía una viña en fértil collado.
2La entrecavó, la descantó y plantó buenas cepas;
construyó en medio una atalaya
y cavó un lagar.
Y esperó que diera uvas, pero dio agrazones.
3Pues ahora, habitantes de Jerusalén,
hombres de Judá,
por favor, sed jueces entre mí y mi viña.
4¿Qué más cabía hacer por mi viña
que yo no lo haya hecho?
¿Por qué, esperando que diera uvas,
dio agrazones?
5Pues ahora os diré a vosotros
lo que voy a hacer con mi viña:
quitar su valla para que sirva de pasto,
derruir su cerca para que la pisoteen.
6La dejará arrasada: no la podarán ni la escardarán,
crecerán zarzas y cardos;
prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.
7La viña del Señor de los ejércitos
es la casa de Israel,
son los hombres de Judá su plantel preferido.
Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos;
esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos.


Malaventuras (Am 5,7-17; 6,1-11; Hab 2) 



8¡Ay de los que añaden casas a casas

y juntan campos con campos,
hasta no dejar sitio, y vivir ellos solos
en medio del país!
9Soy testigo: lo ha jurado el Señor de los ejércitos:
Sus muchas casas serán arrasadas,
sus palacios magníficos quedarán deshabitados,
17pastarán corderos como en praderas propias,
chivos cebados tascarán en sus ruinas,
10diez yugadas de viña darán un tonel,
una carga de simiente dará una canasta.
11¡Ay de los que madrugan en busca de licores,
y hasta el crepúsculo los enciende el vino!
12Todo son cítaras y arpas, panderetas y flautas
y vino en sus banquetes,
y no atienden a la actividad de Dios
ni se fijan en la obra de su mano.
13Y así  mi pueblo, inconsciente, va deportado;
sus nobles mueren de hambre,
y la plebe se abrasa de sed.
14El abismo ensancha sus fauces,
dilata la boca sin medida:
allá bajan los notables y la plebe,
su tumulto y sus festejos.
15Será doblegado el mortal,
será humillado el hombre,
los ojos arrogantes serán humillados.
16El Señor de los ejércitos será exaltado al juzgar,
el Dios santo mostrará
su santidad en la sentencia*.
18¡Ay de los que arrastran a sí la culpa
con cuerdas de bueyes,
y el pecado con sogas de carretas!
19Los que dicen: Que se de prisa,
que apresure su obra, para que la veamos;
que se cumpla en seguida
el plan del Santo de Israel,
para que lo comprobemos.
20¡Ay de los que llaman al mal bien
y al bien mal,
que tienen las tinieblas por luz
y la luz por tinieblas,
que tienen lo amargo por dulce
y lo dulce por amargo!
21Ay de los que se tienen por sabios
y se creen perspicaces!
22¡Ay de los valientes para beber vino
y aguerridos para mezclar licores;
23de los que por soborno absuelven al culpable
y niegan justicia al inocente!
24Pues bien, como la lengua de fuego
devora el rastrojo
y la paja se consume en la llama,
su raíz se pudrirá,
sus brotes volarán como tamo.
Porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos
y despreciaron la palabra del Santo de Israel.
25Por eso se inflama
la ira del Señor contra su pueblo
y extiende la mano para herirlo.
Tiemblan los montes, yacen los cadáveres
como basura por las calles.
Y con todo eso no se aplaca su ira,
sigue extendida su mano.


Invasión asiria (Is 8,5-8; 10,28-32)



26Izará una enseña para un pueblo remoto,

silbará hacia el confín de la tierra:
Miradlo llegar veloz y ligero.
27Nadie se cansa, nadie tropieza,
no se acuesta, no se duerme,
no se desciñe el cinturón de los lomos,
no se desata la correa de las sandalias.
28Sus saetas están aguzadas
y todos los arcos tensos;
las pezuñas de sus caballos son pedernal,
y las ruedas, torbellinos.
29Su rugido es de león, ruge como los cachorros,
gruñe y atrapa la presa,
la retiene, y nadie se la arranca.
30Aquel día bramará contra él
como brama el mar.
Mira a la tierra en espesas tinieblas,
nubarrones oscurecen la luz.


Explicación. 



5,1-7 En la famosa canción de la viña observamos tres cosas.

a) El doble plano simbólico. Es un canto de trabajo, que disimula apenas un canto de amor: el amador canta su fracaso amoroso. El cual simboliza el fracaso amoroso del Señor con su pueblo.

b) El verbo "hacer" con sus especificaciones agrícolas suena siete veces. El amor no es sólo sentimiento, sino obras, por ambas partes. La paradoja es que a los favores del amante Dios debe responder el amor al prójimo hombre. Con sus trabajos de amor, Dios busca que los israelitas se amen y respeten.

c) El canto empieza en tono lírico. De repente (3) se interrumpe y se vuelve retórico: interpela al público para que tome el puesto y actitud de jurado en el pleito. Cuando el público ha emitido mentalmente su veredicto, el profeta retuerce contra ellos el oráculo.

5,1 El profeta entona el canto del amigo, que parece avergonzarse de querellarse en público.

5,6 La prohibición supone un poder cósmico que compete al Señor (Job 38,34).

5,7 Un verso lapidario, con ingeniosas aliteraciones, remacha la lección. La imagen de la viña se recoge y explota en el NT (Mt 21,33-45 par; Jn 15,1-6).

5,6-25 Serie de ayes contra delitos diversos. Es probable que hayan tenido existencia independiente; algunos muestran adiciones secundarias. El recopilador ha reunido aquí seis y ha colocado el séptimo en 10,1-4 y también encajaría 29,15s. El esquema es: denuncia el delito y anuncio el castigo. En el puesto que ocupan invitan a ser leídos como resonancia de la canción de la viña, ya sin imagen y con gritos en vez de música.

5,8-10 Contra los latifundistas. Dios repartió la tierra por suertes (Jos 13,21) para que todas las familias tuvieran casa y campo. La acumulación lesiona la justicia y va contra el plan de Dios. El castigo sucede en el mismo plano: ruina de las casas y esterilidad de los campos.

5,11-16 Contra el lujo de los convites, que embota el sentido religioso (22,8-11 y 28,7-13). El grito está amplificado con breve descripción, la amenaza está duplicada (12 y 14) y el final se amplía con frases del capítulo 2. El castigo sucede en el mismo plano: a los banquetes fastuosos suceden hambre y sed y la voracidad del Sheol; a la ceguera religiosa, el destierro. La adición lo interpreta como juicio de Dios.

5,16* El v.17 va detrás del v.9.

5,18-19 Los que no reconocen el plan de Dios en la historia tiran de la desgracia hacia sí, con cuerdas y sogas. La actitud burlona pone plazos a Dios. La ironía está en que al desafiar a Dios para que se dé prisa, acercan la acción que los destruirá. (Ez 12,21-28).

5,20 Por simple enumeración, dejando el castigo implícito en el delito. Que consiste en la inversión de valores: en lo ético, bien y mal; en el conocimiento y manifestación, luz y tinieblas; en el gusto y deleite, dulce y amargo.

5,21 Contra la sabiduría humana suficiente y satisfecha, que no echa de menos la palabra de Dios (Jr 9,22; Prov 26,12).

5,21-23 El delito es el del segundo ay, pero en su incidencia sobre la injusticia forense. No se anuncia castigo, pues los versos siguientes son el resultado de una contaminación entre el 5,24-25 y 10,1-4a. Este último en la serie de los ayes y aquel en la serie con estribillo del cap.9, cuyo tema es la ira del Señor.

5,24-25 Comienza pues la serie, violentamente interrumpida por el bloque de 6,1-9, y que termina en 9,21.

5,26-29 Describe la invasión asiria o la canta como marcha militar. Dios mismo hace leva desde lejos; inmediatamente asistimos a la presencia cercana y al avance, en un alarde rítmico. La descripción de Isaías no desmerece de los magníficos relieves asirios. El grito de guerra suena como rugir de leones: es grito de conquista y posesión incontrastada.

5,30 Atraído por el verbo "rugir" ha caído aquí este verso perdido, si no es comentario tardío. De la descripción bélica se asciende a la catástrofe cósmica, con tonalidad mítica; Asur se convierte en símbolo, como en contextos escatológicos.




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