Caída de Babilonia (Is 13-14; 47; Jr 50-51; Jr 51,59-64)
211Oráculo de la mañana:
Como torbellinos que azotan el Négueb,
viene del desierto, de un país temible.
2Se me ha manifestado una visión siniestra:
el traidor traicionado, el devastador devastado.
¡Adelante, elamitas; al asedio, medos!,
acallad los gemidos.
3Al verlo, mis entrañas se agitan con espasmos,
me agarran angustias
como angustias de parturienta;
me agobia el oírlo, me espanta el mirarlo;
4se me turba la mente, el terror me sobrecoge,
la tarde suspirada se me ha vuelto espanto.
5-¡Preparad la mesa, extended el mantel,
a comer y a beber!
-¡En pie, capitanes, a engrasar el escudo!
6Esto me ha dicho el Señor:
"Ve y coloca un vigía, lo que vea que lo anuncie:
7Si ve gente montada, un par de jinetes,
montados en jumentos o montados en camellos,
que preste atención, redoblada atención,
8y que grite: ¡Lo veo!".
-Como vigía, Señor,
yo mismo estoy de pie todo el día,
y en mi centinela
yo sigo erguido toda la noche,
9¡Atención! Llega uno montado,
un par de jinetes,
y anuncian: Ha caído, ha caído Babilonia:
las estatuas de sus dioses
yacen destrozadas por tierra.
10Pueblo mío, trillado en la era,
lo que he escuchado
al Señor de los ejércitos,
Dios de Israel, te lo anuncio.
11Oráculo contra Duma:
Uno me grita de Seír:
Vigía, ¿qué queda de la noche?
Vigía, ¿qué queda de la noche?
12Responde el vigía:
Vendrá la mañana y también la noche.
Si queréis preguntar, preguntad, venid otra vez.
13Oráculo contra Arabia:
En la maleza de la estepa pernoctaréis,
caravanas de Dedán;
14al encuentro del sediento salid con agua,
habitantes de Tema,
llevadles pan a los fugitivos,
15porque van huyendo de la espada,
de la espada afilada,
de los arcos tensos, de la lucha encarnizada.
Contra Cadar
16Esto me ha dicho el Señor:
Dentro de un año, año de jornalero,
se acabará la nobleza de Cadar,
17y quedará de los arqueros de Cadar
bien poca cosa
-lo ha dicho el Señor, Dios de Israel-.
Explicación.
21,1-10 La sustancia de este oráculo es una noticia escueta que ha de proclamar el heraldo profeta. Pero el poema es una obra maestra de sustentación y avance dinámico. La noticia se va retrasando justo hasta el final, creando una tensión expectante.
21,1 Comienza de repente, como esos torbellinos de arena: no sabemos de donde viene ni adónde van, pero nos sobrecogen con su violencia inesperada.
21,2 Empieza a explicar, a medias: se trata de una visión: verbos en participio, personajes que actúan, voces de mando. Elam por el sur y los medos por el norte; gemidos, quizá de pueblos oprimidos.
El "devastador" no lleva nombre; se deduce, por el contexto, que se trata de Babilonia (cfr. Sal 137,8).
21,3-4 Ante la visión reacciona el profeta expresando líricamente su agitación. La "tarde" o crepúsculo es la hora del descanso, tiene aquí valor simbólico.
21,3 Ex 15,14.
21,5 Continúa la visión, más cercana y precisa. Es el último banquete antes del asalto.
21,6-7 Se espera aquí la explicación, pero el Señor la retrasa, excitando una nueva expectación, la del centinela.
21,6 Ez 33,1-9.
21,8 El profeta se orece para el encargo, que, ciertamente, pide paciencia. Los mensajes divinos no los recibe el profeta cuando él quiere, sino que debe esperar (véase Hab 2,1; Jr 42,7).
21,9 Finalmente ve a lo lejos a los mensajeros anunciados: se acercan, llegan, pronuncian el mensaje. Era la noticia suspirada: derrota de Babilonia y liberación de sus víctimas, (Ap 18).
21,10 Para la imagen véanse Is 41,55; Am 1,3; Miq 4,13.
21,11-12 Este oráculo es un ejercicio de ambigüedades, probablemente buscadas. Duma consuena con Edom = Seír y con "silencio". La pregunta puede ser simple consulta al centinela de turno; pero la "noche" puede significar una calamidad que dura. La respuesta puede ser evasiva y puede significar que la aurora no traerá el remedio. La invitación deja todo pendiente.
Ensayemos una explicación conjetural. Es de noche en el escenario de la historia: no vemos ni sabemos cuánto falta para que claree. Un profeta centinela penetra la oscuridad y mide el tiempo. Todos acuden a él pidiendo información. Él no la posee por ahora, pero espera recibirla. El oráculo retorna al silencio y la espera.
21,13-14 Dedán es una tribu del sur de Arabia, dedicada al comercio. Temán es un oasis. Pan y agua son los dones elementales que pide el fugitivo. El furor de la guerra ha llegado a las rutas pacíficas de las caravanas comerciales.
21,16-17 Cadar era una gran tribu del norte de Arabia. Por lo visto poseía expertos arqueros, que militaban como mercenarios en ejércitos extranjeros.
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