Contra el monte de Seír (Ez 25,12-14; Abd)
351Me dirigió la palabra el Señor:
2-Hijo de Adán, ponte de cara al monte Seír y profetiza así contra él: 3Esto dice el Señor:
Aquí estoy contra ti, monte Seír,
extenderé mi mano contra ti
para hacerte desierto desolado.
4Convertiré en escombros tus ciudades,
quedarás desolado
y sabrás que yo soy el Señor.
5Porque, movido por un rencor antiguo,
entregaste a los israelitas a la espada
el día fatídico, el día del castigo final;
6por eso, juro por mi vida
-oráculo del Señor-,
que en sangre te convertiré
y la sangre te perseguirá.
¿Aborreces la sangre?,
pues la sangre te perseguirá.
7Convertiré el monte Seír en desierto desolado
y extirparé de él al que va y al que viene.
8Llenaré de apuñalados tus collados y vaguadas
y todas tus torrenteras;
allí yacerán los muertos a espada.
9Te convertiré en eterna desolación,
tus ciudades no serán habitadas,
y sabréis que yo soy el Señor.
10Por haber dicho: "Las dos naciones serán mías,
y me apoderaré de los dos países"
-y el Señor estaba allí-;
11por eso, juro por mi vida -oráculo del Señor-,
que te trataré con la misma ira
y con la misma rabia
con que tú los trataste, movida de odio,
y haré que me conozcas, cuando te juzgue.
12Y sabrás que yo, el Señor,
escuché los insultos que decías
a los montes de Israel:
"Están desiertos: no los han dado
para que los devoremos".
13Os envalentonasteis contra mí
con vuestras bravatas
y os insolentasteis contra mí
con vuestra palabrería
-y yo lo estaba oyendo-.
14Esto dice el Señor:
[Con gozo de toda la tierra
te convertiré en desolación].
15Lo mismo que te alegraste
al quedar desolada la heredad
de la casa de Israel,
así haré contigo: quedará desolado el monte Seír
y todo el territorio de Edom,
y sabrán que yo soy el Señor.
Explicación.
35,1-15 De repente nos encontramos un oráculo contra Seír = Edom. Parece que su sitio habría sido en la serie de oráculos contra las naciones, capítulos 25-32, concretamente en el tercer puesto. En el puesto actual el capítulo tiene otra función: más que oráculo contra Edom es pieza de oráculo a favor de Israel: montes contra monte.
El capítulo se compone de tres oráculos semejantes, a modo de variaciones sobre el tema de Edom, con triple fórmula de reconocimiento.
35,2-4 Enunciado simple; matanza (5-9); intento de conquista (10-13); conclusión (14-15). Al esquema delito - castigo se le aplica la ley del talión. Atraviesa las tres variaciones el lenguaje de la "desolación": 3.4.7.9.12.15ab.
35,3-4 La forma de la sentencia es anómala porque no menciona el delito. El monte Seír representa el territorio de Edom; el nombre suena a "abrupto, escabroso", y se relaciona con el "peludo, hirsuto" Esaú, antepasado de Edom (Gn 25,25).
35,5-9 El tema de la sangre está atraído por el nombre de Edom (dam = sangre); véase Is 63,1-6. Supone que los amonitas se sumaron a los babilonios en la matanza de judíos. Pues el castigo será matanza y desolación.
35,10-13 El Señor asignó los territorios: a Edom las montañas de Señir (Jos 24,4), a Israel los montes de Canaán. Y aunque ahora ha expulsado temporalmente a su pueblo, no le ha sustraído la propiedad (Jr 32). El intento expansionista de Edom es codicia y odio contra Israel, insolencia contra el Señor. El cual escuchaba sus propósitos, aunque parecía haberse ausentado (cap. 10-11).
35,10 "Las dos naciones" son Israel y Judá.
35,13 Véanse Abd 12 y Jr 48,26.42.
35,14 Duplicación incompleta del siguiente.
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