Contra Tiro I (Am 1,9-12)
261El año undécimo, el día primero del mes, me dirigió la palabra el Señor:
2-Hijo de Adán, por haber dicho Tiro de Jerusalén:
"¡Ya está rota la puerta de los pueblos!
Ha caído en mi poder;
en ella cebaré mi espada";
3por eso dice el Señor:
Aquí estoy, Tiro, contra ti;
levanto contra ti naciones numerosas
igual que el mar levanta su oleaje.
4Demolerán las murallas de Tiro,
derribarán sus baluartes;
raeré su solar convirtiéndola en roca pelada.
5Será tendedero de redes en medio del mar,
porque he hablado yo -oráculo del Señor-.
6Serán botín de las naciones,
y sus poblados del campo
serán pasados a cuchillo,
y sabrán que yo soy el Señor.
7Porque esto dice el Señor:
Yo traigo contra Tiro desde el norte
a Nabucodonosor,
rey de Babilonia, rey de reyes,
con caballos y carros y jinetes
y un ejército de tropa numerosa.
8Pasará por la espada
a tus poblados del campo.
Armará contra ti torres de asalto,
contra ti elevará terraplenes,
contra ti montará testudos.
9Con arietes batirá tus murallas
y abatirá a hachazos tus baluartes.
10Te envolverá la polvareda
de sus escuadrones de caballos.
El estrépito de las caballerías
y el rodar de los carros
hará que trepiden tus murallas
cuando entre por tus puertas
como se entra en ciudad desportillada.
11Con los cascos de sus caballos
irá hollando tus calles.
Pasará por la espada a tus vecinos
y echará por tierra
tus robustos pilares.
12Harán botín de tus tesoros
y saquearán tus mercancías.
Derribarán tus murallas
y derruirán tus santuosos edificios.
Arrojarán en medio del mar tus piedras
y tu madera y tus escombros.
13Haré cesar el bullicio de tus canciones
y no se escachará
el acompañamiento de tus cítaras.
14Te convertiré en roca pelada,
serás tendedero de redes.
No te reedificarán;
que yo, el Señor, he hablado
-oráculo del Señor-.
15Esto dice el Señor:
Tiro, al estruendo de tu derrumbamiento,
con el lamento de tus alanceados
y la matanza de tus víctimas
en medio de ti, las islas temblarán.
16Bajarán de sus tronos
todos los príncipes marinos,
se despojarán de sus mantos
y se quitarán sus ropajes bordados;
se vestirán de terror y se sentarán en el suelo,
con escalofríos intermitentes,
espantados de ti.
17Te entonarán esta elegía:
"¡Cómo ha sucumbido, desbaratada por el mar,
ciudad famosísima!
Era más fuerte que el mar, ella y sus jefes;
qué terror infundían ella y sus jefes;
18ahora se estremecen las islas
al derrumbarte tú, y las costas marinas
se horrorizan de tu desenlace".
19Porque esto dice el Señor:
Cuando yo te convierta en ciudad arrasada,
igual que las ciudades despobladas;
cuando levante contra ti el océano
y te cubran las aguas caudalosas,
20te precipitaré con los que bajan a la fosa,
los pobladores del pasado;
pondré tu domicilio en el fondo de la tierra,
en las ruinas perpetuas,
con los que bajan a la fosa,
para que no vuelvas a reinar
ni a adornar la tierra de los vivos.
21Te convertiré en espanto, dejarás de existir;
te buscarán, pero no darán contigo
nunca jamás
-oráculo del Señor-.
Explicación.
26-28 Por mucho tiempo en la antigüedad las costas del Mediterráneo fueron centros colonizados por los fenicios, territorio de un imperio naval y comercial. Grandes capitales fenicias fueron Biblos, Tiro y Sidón. En la antigüedad Tiro (que significa Roca o Peñón, como el Toro de Menorca), estaba construida sobre una isla rocosa, apenas separada de la costa, casi inexpugnable, ofreciendo su puerto a naves y mercancías de todos los países del Mediterráneo. Comerciaba también con reinos orientales, haciendo de mediadora mercantil entre el continente y el mar. Por su riqueza se exponía a la codicia o arrogancia de los imperios: Asiria, Babilonia, Persia, Macedonia.
En tiempos de Ezequiel, Tiro era un límite humillante impuesto a la ambición imperial de Babilonia. Aunque Nabucodonosor no logró conquistarla y hubo de levantar el asedio, Tiro quedó gravemente debilitada, perdió sus apoyos costeros y mucho de su influjo marino. En los poemas de Ezequiel (y quizá de algún colaborador anónimo), Tiro yergue su figura majestuosa, regia, casi mítica; y un coro gigantesco de islas y costas entra en escena convocado por la voz del poeta. En la antigüedad es difícil escuchar una voz con tan ancho espacio de resonancia. A la grandeza del esplendor responderá la gravedad de la caía.
26,1 La fecha está incompleta y quizá equivocada. Probablemente se pronunció algún mes después de la llegada del fugitivo (24,26; 33,21s). Es imposible definir cuantos oráculos cobija la fecha inicial. Atendiendo a las fórmulas de introducción, el capítulo se compone de cuatro oráculos o cuatro partes de una composición. Intentemos seguir el proceso poético: domina la visión del mar, antes sometido a su reina, ahora rebelde, como fuerza elemental y mítica (2-6); imagen de la marea de los pueblos; asalto y conquista y destrucción de la ciudad (7-14); las costas celebran ritos fúnebres por su reina (15-18); mientras Tiro desciende al reino de los muertos (19-21).
26,2-6 Según Jr 27,3, Tiro fue uno de los reinos que enviaron embajadores a Jerusalén para proponer o planear una rebelión conjunta contra el emperador; los otros eran Amón, Moab, Edom y Sidón (falta Filistea). La embajada conjunta permite conjeturar alguna preeminencia de Judá. Cuando unos años más tarde cayó Jerusalén, Tiro sólo calculó las ventajas materiales del suceso, y se unió al coro de quienes celebraban la caída. El factor sonoro, hecho de abundantes aliteraciones, es llamativo en el poema.
26,2 "Puerta de los pueblos": título de significado dudoso. Quizá símbolo del poder (la Sublime Puerta, las Puertas del Infierno). O bien imitación irónica del título de Babilonia como Bab ilanu = Puerta de los Dioses. Is 17,12; Jr 47,2.
26,3 El paralelo tradicional de oleaje y ejércitos aliados (Is 16,12; Jr 47,2; Sal 65,8) adquiere en este contexto una fuerza particular.
26,4-5 Es irónica la pena: la Roca inexpugnable convertida en "roca pelada", el emporio comercial, puerto pesquero anónimo.
26,6 Se refiere a ciudades costeras sufragáneas.
26,7-13 De la imagen pasamos a la descripción: el oleaje tiene un nombre históric. Asalto y conquista se describen, se registran con impresionante rapidez: arrollan los poblados, asedian, asaltan, penetran; ocupación, matanza, saqueo, destrucción, silencio. Puede compararse con Nah 2-3.También aquí es importante el factor sonoro.
26,7 Rey de reyes es título imperial.
26,13 Tras el fortíssimo de la destrucción se siente más el silencio.
26,15-18 Ritos fúnebres de las colonias fenicias, sembradas en "islas" y costas, encabezados por príncipes vasallos.
26,17 El detalle del "terror" es convencional. No tenemos noticias históricas de una Tiro militar y agresiva; su poderío era comercial.
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